Chichicastenango es un lugar al que tenía muchas ganas de ir por unas preguntas que me hicieron con 15 años y adiviné de «potra» en un concurso de la tele… pero eso es otra historia.
Entrando en el mercado
Y llegan hasta él turistas-viajeros como yo, maravillada por su colorido e intentando compartir algunas palabras con los habitantes de allí.
La mayor parte de la etnia indígena de su población es Quiché, y «Chichi» como lo llaman los habitantes de allí tiene una relevancia especial ya que en este municipio se encontró el Popol Vuh, un libro de origen maya que narra los inicios de la humanidad. Se tradujo del Quiché al español por fray Francisco Ximénez.
El mercado atrae además de a los mayas a vendedores de todo Guatemala, Mam, Ixil, Qaqchikel, Q’eqchi que hacen de sus productos una gama cromática bellísima de colores, dialectos y de indumentarias variadas en cuanto a sus trajes. Entre los poblados que éstan representados en este mercado se encuentran: Nebaj, Chajul, Totonicapán, Huehuetenango, Momostenango, El Quiché, Sololá y otros.
Me encantan los mercados, ver sus colores, las frutas, como interaccionan los visitantes, los compradores, los curiosos…
Maestros artesanos fabrican a mano piezas únicas como hacían sus ancestros: máscaras talladas a mano cubiertas, telas típicas, huipiles bordados, bolsas tejidas, collares de jades, alfarerías, cerámica, joyería, sombreros… y muchas cosas más. Las máscaras que fabrican se usan en danzas tradicionales.
Pesebres artesanales, además muy prácticos!
La Iglesia de Santo Tomás se ve rodeada de calles que forman un laberinto sintiéndose casi integrada en le mercado.
Desde tempranas horas, los días de mercado son una oportunidad para ver la actividad bulliciosa de la población. Entre mezclas de dialectos, colores, sonrisas y hasta canciones compradores y vendedores intercambian opiniones sobre regateos de precios (Cosa sumamente importante a la hora de empezar a comprar: la negociación).
Desde tempranas horas, los días de mercado son una oportunidad para ver la actividad bulliciosa de la población. Entre mezclas de dialectos, colores, sonrisas y hasta canciones compradores y vendedores intercambian opiniones sobre regateos de precios (Cosa sumamente importante a la hora de empezar a comprar: la negociación).
En la escalera de la Iglesia de Santo Tomás
Esta iglesia se fundó en el año 1540, hay diferentes teorías de por qué se construyó en esa situación, lo más probable es que hubiese un altar pre hispánico. Su construcción arquitectónica colonial,de una sola nave con coro alto culmina en el altar; sin duda es impresionante y lo que más me causó curiosidad fue el ver la mezcla de la religión católica con la maya. En el interior la mayoría de los retablos datan del SXVII.(En la fotografía de abajo tienes una imagen de su interior)
Fuente: http://www.todocoleccion.net/
Un detalle interesante es la escalera de la iglesia, ya que tiene 18 peldaños, significan los 18 meses del calendario maya, allí puedes ver a los sacerdotes quemar incienso.
Escalinatas Iglesia Santo Tomás
Escalinatas Iglesia Santo Tomás
Y con esta foto casi imposible de las «guaguas» me despido por hoy desde Chichicastenango!
Y ya viene siendo un clásico (lo de poner al final un vídeo), te dejo este vídeo de este mercado y su Iglesia de Santo Tomás, de Janeth Charris.
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